Nota del editor: Esta publicación también está disponible en inglés.
El bienestar organizacional es cada vez más reconocido como un aspecto fundamental dentro del sector filantrópico. En este blog, el Co-Director para las Americas de GFC Rodrigo Barraza comparte tres prácticas simples pero efectivas para promover el bienestar organizacional.
El bienestar organizacional se puede entender de muchas maneras. Para algunos, significa la apertura de espacios de disfrute que permitan una desconexión del estrés cotidiano. Para otros, implica crear grupos de apoyo emocional que promuevan la resiliencia y apoyo mutuo.
A pesar de las diferentes visiones y enfoques acerca del bienestar organizacional, una cosa es innegable: en esta época de crisis, inseguridad laboral y criminalización de las y los defensores de derechos humanos a nivel global, la promoción activa del bienestar debe ser una tarea continua, sostenible y colectiva.
Este cambio ya está en marcha en el sector filantrópico. Cada vez más donantes están asumiendo compromisos explícitos a favor del bienestar organizacional. En la búsqueda por democratizar el poder, actualmente se están implementando múltiples estrategias e iniciativas que colocan el cuidado en el centro de la transformación social
Si bien se reconocen avances importantes, aún persiste una pregunta fundamental: ¿cómo traducimos estos esfuerzos, estas buenas intenciones, en prácticas concretas y colaborativas con un impacto significativo?
Las respuestas a esta pregunta dependerán siempre de contextos y marcos culturales específicos. Sin embargo, en GFC hemos comenzado a identificar buenas prácticas que, si bien pueden parecer bastante simples, nos han permitido seguir reflexionando y cocreando estrategias para promover el bienestar junto con nuestras organizaciones socias.
1. Atrévete a correr riesgos
Promover el bienestar organizacional implica riesgos que, como donantes, debemos estar dispuestos a asumir. En este compromiso compartido con la transformación social, cometer errores es esencial para el crecimiento y el aprendizaje.
Adoptar la flexibilidad como valor y guía en nuestro trabajo nos ha permitido apoyar a nuestros socios de manera orgánica, sin generar sobrecarga ni fatiga. Fondos flexibles, procesos e informes flexibles. Recuperar la humanidad en las relaciones. Partir de la confianza y el aprendizaje mutuo. Fortalecer la resiliencia y la adaptabilidad.
El primer paso hacia el bienestar es el respeto. No buscamos imponer agendas ni proponer intervenciones artificiales que refuercen las relaciones de poder desiguales. Queremos aprender y caminar junto con nuestros socios. Apoyar a personas y procesos de cambio social, no proyectos limitados con metas creadas desde un escritorio.
2. Construye espacios para respirar
En GFC, nuestro modelo de soporte flexible siempre se combina con asistencia para el desarrollo de capacidades. Sin embargo, nuestro papel va más allá de una simple consultoría técnica.
Respondiendo siempre a las necesidades y propuestas específicas de nuestros socios, brindamos asesoría para fortalecer sus mecanismos de seguimiento y evaluación; identificar nuevas estrategias, programas e intervenciones; y ampliar sus redes de colaboración. Al mismo tiempo, hemos desarrollado metodologías y herramientas de autoevaluación participativa que las organizaciones pueden utilizar para crear e implementar planes de desarrollo y bienestar organizacional en el corto y mediano plazo.
Nuestros enfoques de desarrollo de capacidades no parten de limitaciones o deficiencias, sino de posibilidades y fortalezas. Nuestra metodología no se sustenta en proponer nuevas actividades, sino en comprender mejor el valor del trabajo de nuestros socios. No para cumplir objetivos y requisitos, sino para construir comunidad.
Esto es precisamente lo que nuestros socios han llamado “espacios para respirar”. Espacios para planificar no desde la urgencia sino desde el amor y el cuidado. Para pensar en cómo ser mejores y amplificar los impactos. Para pasar de la resistencia a la acción.
En palabras de Ximena Ortiz, codirectora de Otros Dreams en Acción (ODA), socio de GFC:
“El compromiso de GFC por crear relaciones solidarias nos ha llevado a sentirnos acompañadxs y escuchadxs. Ha dado un nuevo significado y fortalecido la importancia de generar confianza en las relaciones con nuestros donantes. Para ODA, estos espacios han representado momentos de pausa, momentos de reflexión y nos han permitido mirarnos, cuidarnos entre nosotrxs y continuar”.
Después de siete años de trabajar en GFC, todavía me conmueve escuchar constantemente que esto es precisamente lo que nuestros socios más valoran: nuestro compromiso con el bienestar organizacional, entendido como un conjunto de prácticas cotidianas, valores organizacionales, metodologías y modelos de acompañamiento orientados a la rehumanización de las relaciones, la reconstrucción del tejido comunitario y el camino de la transformación social.
3. ¡Diviértete!
El juego y el disfrute son esenciales para el bienestar. Nos permiten conectarnos con lxs demás, ensayar otras realidades y encontrar magia en la vida cotidiana.
Disfrutar y jugar no significa ignorar el dolor y la injusticia. Al contrario, al defender nuestro derecho a jugar, incluso en medio de circunstancias difíciles podemos recordar cada día que el bienestar no se pide ni se concede: se construye colectivamente.
El juego y el disfrute están presentes en todos los espacios de interacción y planificación que GFC ofrece a sus socios. No sólo como dinamizadores o rompehielos, sino como un componente transversal que fomenta el diálogo y la acción colectiva. Jugando podemos imaginar y crear nuevas realidades y podemos democratizar el bienestar.
Promover el bienestar individual y organizacional de nuestros socios nos obliga a adoptar posiciones radicales, a practicar una filantropía activa, a intentarlo y fracasar, a confrontar modelos tradicionales y a tomar decisiones difíciles. Siempre nos llena de nuevos desafíos y nuevas preguntas.
No es un camino fácil, pero en GFC estamos felices de seguir intentándolo.
Primera foto: Un taller con Colectiva MAPAS en Michoacan, México. © GFC
