Portada del manual de masculinidades sanas con un colibrí en colores vivos.

Justicia de género

La ternura como horizonte: ¿Cómo podemos fomentar masculinidades saludables con niños y jóvenes?


Por Rodrigo Barraza

Nota del editor: Este blog también está disponible en español.

Fomentar masculinidades saludables entre niños y jóvenes no es tarea fácil. Va mucho más allá de ofrecer talleres o espacios informativos. Requiere impulsar procesos profundos de reflexión individual y colectiva, procesos que puedan derivar en acciones concretas que promuevan el bienestar comunitario.

Se necesita paciencia para reconocer que un cambio significativo lleva tiempo; coraje para enfrentar el malestar y transformar actitudes y comportamientos; y ternura para entender que los errores son parte del camino.

Nos pide que nos desafiemos continuamente, que permanezcamos abiertos a la incomodidad y que seamos generosos al compartir lo que aprendemos a lo largo del camino.

En este espíritu, nuestras organizaciones asociadas en el P de GFCIniciativa de promoción del liderazgo juvenil para la justicia de género (HEEL) El año pasado se acercó a nosotros un grupo de masculinidades saludables con preguntas poderosas y urgentes:

¿Cómo podemos apoyar a personas y organizaciones deseosas de involucrar activamente a niños y jóvenes en la lucha por la justicia de género? ¿Cómo podemos demostrarles que trabajar por una masculinidad saludable no solo es posible, sino urgente? ¿Cómo podemos apoyar a organizaciones y colectivos motivados y comprometidos, pero que no saben cómo iniciar estas conversaciones con niños, niñas y jóvenes diversos?

En respuesta a estas preguntas, GFC y sus organizaciones asociadas emprendieron un nuevo viaje, nacido de un sueño colectivo: la co-creación de un conjunto de herramientasEste conjunto de herramientas, basado en metodologías lúdicas y participativas, fue diseñado para ofrecer puntos de partida prácticos para involucrar a niños, niñas y jóvenes en conversaciones sobre masculinidades saludables, centrando sus voces, necesidades e ideas.

Nuestro objetivo fue crear metodologías que no sólo promuevan la equidad de género, sino que también honren las experiencias individuales y abran nuevos espacios para la transformación personal y colectiva.

Elegimos comenzar honrando al colibrí, una criatura profundamente significativa en la cultura mesoamericana. El colibrí es más corazón que cuerpo. En su pequeño pico, lleva las semillas y el agua necesarias para crecer. Nos recuerda que el cambio puede parecer pequeño o insignificante, pero cuando nace del corazón, se propaga rápidamente. Nos inspira, como el fuego.

Nuestro colibrí se llama Yutsil, que significa "ternura" en el idioma maya tsotsil. Ese es también el nombre que elegimos colectivamente para nuestro kit de herramientas: La ternura como horizonte.” Lo llamamos así porque la ternura es lo que nos guía: nuestro deseo de conectar, sanar juntos, aprender juntos, equivocarnos juntos y reconocernos el uno en el otro. Sin miedo a ser juzgados.

Cover page of Healthy Masulinities handbook with a hummingbird in bright colors

Creemos que un cambio significativo comienza reconociendo a los demás, viendo y valorando sus experiencias, para así construir un sentido compartido de a nosotrosUn sentido de comunidad. Un propósito común.

Al reflexionar sobre lo que hemos aprendido en los últimos cuatro años recorriendo este camino juntos, nos dimos cuenta de que ya habíamos desarrollado un modelo simple, pero poderoso, de acompañamiento: nuestro modelo de las “3 R”.

La primera R es Reconocimiento. Se trata de reconocer lo que nos duele: recuperar la memoria del dolor y la violencia, pero también del amor y la esperanza. En esta etapa, trabajamos para identificar los patrones y comportamientos que hemos heredado y reflexionamos sobre su impacto en nuestras vidas. Nos preguntamos: ¿Cómo aprendimos a ser hombres? ¿Qué queremos cambiar o desaprender para ser mejores?

Empezamos a reconocer la violencia que hemos padecido, la violencia que hemos reproducido y la violencia que hemos normalizado, simplemente porque nos enseñaron que eso es lo que significa ser hombre. Puede ser un proceso difícil, pero nos ayuda a romper ciclos dañinos. Abre la puerta a la sanación.

La segunda R es Relacionarse. Aquí empezamos a comprender que las dudas, el vacío y el dolor que llevamos no son solo nuestros. Nos damos cuenta de que cometer errores no significa que estemos rotos o seamos malos; significa que somos humanos. Empezamos a ver cómo la masculinidad patriarcal está profundamente arraigada en nuestras familias, sociedades, leyes e instituciones desde que nacemos.

Cambiarnos a nosotros mismos también significa cuestionar los sistemas culturales y sociales que nos recompensan por conformarnos con versiones estrechas y a menudo violentas de la masculinidad, y nos castigan cuando intentamos salirnos de ellas. Empezamos a comprender que la masculinidad afecta todos, y que esta es una lucha colectiva. Debemos trabajar juntos desafiar y transformar los sistemas que sustentan el sufrimiento y la injusticia.

La tercera R es Revolucionar. Este es el paso donde pasamos de hablar de cambio a viviendo Practicar una masculinidad saludable a diario. Elegir cambiar intencionalmente.

Eso podría significar cuidar el medio ambiente, conversar con nuestros padres o abuelos, pedir y ofrecer ayuda, o asumir roles de cuidado. Se trata de vincular la masculinidad con la labor constante de preservar la vida. Se trata de recuperar nuestra humanidad compartida.

Al principio será un desafío, pero no estamos solos. Estamos aquí para apoyarnos y sostenernos mutuamente. Este último paso consiste en identificar cómo queremos crecer y comprometernos con ese camino, paso a paso. Transformándonos a nosotros mismos y, a su vez, transformando a nuestras familias y comunidades. A través del diálogo. A través de la reflexión colectiva.

En este kit de herramientas, encontrará actividades creadas con cariño por nuestras organizaciones colaboradoras, diseñadas para ayudar a ampliar la conciencia emocional, fortalecer las capacidades creativas y expresivas, e invitar a otros a formar parte de un cambio significativo. Todo ello a través del juego, la imaginación y la creación colectiva.

Esta no es una guía paso a paso ni un manual de instrucciones; no creemos en soluciones universales. Es una invitación a que niños y jóvenes se sientan libres, más auténticos y alegres, y a enriquecer sus vidas y sus relaciones.

Te invitamos a leerlo, inspirarte, intentarlo, equivocarte y volver a intentarlo. Hazlo tuyo. Adáptalo. Toma lo que te funcione.

Nuestra esperanza es despertar nuevas ideas y nuevos sueños. Este es un proceso abierto y dinámico: un principio, no un fin.

Estamos profundamente agradecidos a todos los que contribuyeron a este viaje, que se siente como un abrazo colectivo. Y estamos aquí para apoyarte si no sabes por dónde o cómo empezar. Siempre habrá ayuda disponible para quienes actúan con el corazón.

Porque la ternura es nuestro horizonte. Nuestra luz.

Haga clic aquí para explorar el kit de herramientas. 

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