Children in Chiapas, Mexico, holding hands in a circle

Liderazgos colectivos en clave de solidaridad: transformando el poder, un paso a la vez


Por Fondo Mundial para la Infancia

Nota del editor: Esta publicación también está disponible en Inglés.

En los últimos años, en GFC nos hemos embarcado en un viaje sin retorno para # transformar el poder en todos nuestros ámbitos de acción. Nuestro compromiso con el cambio se basa en la confianza, la transparencia, el fortalecimiento de liderazgos colectivos y la promoción del bienestar.

Fue precisamente honrando estos valores que Kimberly McClain, directora regional para las Américas basada en EE.UU. UU., decidió tomar medidas concretas para construir una nueva plataforma de liderazgo colectivo, invitando a Rodrigo Barraza, gerente de programas basados en México, a unirse a ella como codirectora para la región.

En los primeros días de esta aventura, Kim y Rodri han comenzado a reflexionar sobre lo que significa desarrollar un modelo de liderazgo compartido.

La confianza está en el centro.

Rodri: El primer paso es la confianza. Desde el día 1, Kim se dio a la tarea de conocer al equipo y aprender de nuestras fortalezas. Estuvo siempre dispuesta a escucharnos, organizando espacios no para evaluarnos o dirigirnos, sino para intercambiar ideas que nos hicieran crecer juntxs.

[image_caption caption=”Rodrigo Barraza, codirector para las Américas” float=”alignright”]

Rodrigo Barraza [/caption de imagen]

Con Kim aprende que confiar no es creer ciegamente que alguien hará todo perfectamente y sin errores. La confianza es generar un ambiente donde puedes compartir dudas y temores, pues al final del día sabes que no estás solo, que alguien está en duda a apostar por ti.

Cuando Kim me contó su idea de una codirección, primero sentí miedo. Pero después supe que podía confiar en Kim y en sus decisiones. Y que era capaz de responder a esa confianza con responsabilidad y compromiso.

Kim: La idea de una codirección realmente surgió del vínculo laboral que hemos logrado construir. Rodri tomó mucho liderazgo en nuestra iniciativa de migración –que era el proyecto más ambicioso de GFC en ese momento—y pronto quedó muy claro que podía confiar en él y en el éxito de sus propuestas y contribuciones.

A medida que nos aventuremos en esta codirección, necesitaremos seguir cultivando la autoconciencia, la autoreflexión, la humildad y la capacidad de adaptación. El no tomarnos demasiado en serio. No vamos a hacer esto “bien” desde el principio, pero vamos a crear formas nuevas e interesantes de trabajar y relacionarnos, vamos a celebrar los éxitos compartidos, y vamos a reconocernos mutuamente por las increíbles contribuciones que podemos hacer a GFC y la promoción del cambio social en las Américas. Vamos a seguir trabajando duro para seguir cultivando una relación abierta, cuidadosa y basada en la confianza que nos guiará si en algún momento equivocamos el rumbo.

Ahora sé que no estoy sola, y espero que esa sensación de seguridad, ese “yo tengo tu espalda” que es parte de un coliderazgo, nos dé a los dos un gran impulso de confianza y energía creativa.

[image_caption caption=”Kimberly McClain, codirectora para las Américas” float=”alignleft”]

Kimberly McClain

[/caption de imagen]

Abrazar la incomodidad

Kim: Con el tiempo, Rodri y yo fuimos descubriendo cómo podíamos apoyarnos mutuamente y potenciar nuestras fortalezas más naturales. Al mismo tiempo, comenzamos a desafiarnos a crecer, aprender y atrevernos a hacer cosas nuevas que antes considerábamos parte de nuestras debilidades. Lo que comenzó como una oportunidad para liderar al equipo de otra manera –derribando jerarquías y soltando el control, fue poco a poco evolucionando hasta formar en mí la idea clara de que Rodri y yo debíamos liderar esta región como iguales.

Rodri: Kim y yo somos personas muy diferentes. Yo soy un “unicornio cuidador”. Siempre soñando e imaginando nuevas posibilidades. Kim es un “dragón meticuloso”, experto en defender al equipo y tomar siempre las decisiones correctas para optimizar recursos y maximizar impactos. El comienzo fue difícil. Pronto, sin embargo, ambos entendimos que en esa incomodidad yacía el secreto de nuestro crecimiento. Nos dimos cuenta de que nuestro trabajo se complementa y fortalece continuamente.

Después de tomar la decisión de apostar por este liderazgo colaborativo, lo primero que hicimos Kim y yo fue sentarnos, tener una conversación honesta y comenzar a identificar roles y responsabilidades individuales y compartidas. Y aceptamos que vamos a tener muchos momentos de duda y desconexión que nos sacarán de nuestra zona de confort.

Mandar el mensaje correcto

Rodri: GFC busca siempre hacer las cosas de manera diferente. En todo lo que hacemos, en las relaciones que construimos y en nuestros espacios internos, intentamos desafiar las narrativas que entienden a la filantropía como un acto caritativo y vertical. Pensar en el coliderazgo es solo una parte más de este proceso. Mi rol como codirector, siendo latinoamericano y viviendo en la región, demuestra que los profesionales del Sur Global no somos simples “ejecutores” de proyectos: también tenemos voz, experiencia y capacidad para desempeñar funciones de liderazgo.

Kim: Creo que en un mundo que se ha basado en ideas tradicionales que entienden a la rendición de cuentas como un proceso jerárquico e individualizado, el coliderazgo es un elemento sumamente disruptor. Nos obliga a reconsiderar lo que entendemos por autoridad, consulta, responsabilidad y apropiación. Nos lleva a reconocer continuamente la complejidad del mundo, y al mismo tiempo, nos invita a reconocer sus matices.

Aprender desde la comunicacion y el cuidado

Rodri: este será sin duda un momento de aprendizaje. Estamos dispuestos a cometer errores, aprender de ellos y seguir adelante. En mi opinión, el modelo de codirección debe estar sustentado en la comunicación y el cuidado. En el ser capaz de expresar preocupaciones y desacuerdos de manera respetuosa. En saber establecer límites y pedir ayuda en los momentos adecuados. En ser siempre abiertos y mostrar apreciación por la otra persona.

Kim: nuestra capacidad de apoyar al equipo ya nuestros socios en las Américas estará siempre conectada a la fuerza y la salud de nuestro vínculo como codirectores. Nos demostraremos a nosotrxs mismxs ya nuestro equipo que somos capaces de practicar el cuidado desde nuestras palabras y nuestras acciones, mientras nos atreveremos a ser abiertxs ya escucharnos verdaderamente.

Dos son mejores que uno

Rodri: Liderar equipos es siempre una enorme responsabilidad. El poder contar con alguien que multiplique las ideas y sea capaz de compartir las cargas es siempre un gran alivio. Nuestra lucha es una lucha colectiva. Como dice el escritor Eduardo Galeano: “mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”.

Kim: Sin duda, dos son mejores que uno para GFC en las Américas. Creo que juntxs podemos explorar innumerables y novedosas formas de apoyar los esfuerzos de promoción de los derechos y el liderazgo de las niñeces y juventudes en la región. También creo que podemos expandir nuestra influencia mediante el ejemplo, innovando y experimentando continuamente y alzando la voz para promover cambios positivos en el sector filantrópico.

En GFC, seguiremos explorando nuevas formas de transformar y compartir el poder. Es nuestro sueño apostar por comunidades más igualitarias dónde el liderazgo sea un logro colectivo construido a partir del diálogo y el respeto mutuo. Y estamos dispuestos a comenzar por nuestra casa. Ya lo estamos haciendo.

Primera foto: Rodrigo Barraza participando en una actividad con niñxs en Chiapas, México. © GFC

Cerca

Cerca

Mantente conectado con nuestro trabajo

"*" indica campos obligatorios

Optar por participar*
Apoyo a subvenciones

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y se aplican las políticas de privacidad de Google. política de privacidad y Condiciones de servicio aplicar.

Este campo es un campo de validación y debe quedar sin cambios.