Seguridad y bienestar
Seguridad y bienestar, Poder juvenil
El Museo del Migrante: Artivismo y liderazgo juvenil
Este blog también está disponible en español.
El Museo del Migrante, iniciado por Voces Mesoamericanas Acción con Pueblos Migrantes en México, alienta a niños y jóvenes a expresar sus sueños, esperanzas y temores a través del arte.
Voces Mesoamericanas Acción con Pueblos Migrantes es un socio del Fondo Mundial para la Infancia ubicado en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México. Desde 2009, Voces Mesoamericanas ha brindó apoyo a las comunidades indígenas migrantes del sur de México para que puedan defender sus derechos, fortalecer su identidad colectiva y construir Lekil Kuxlejal: una vida feliz y digna para todos, sin importar dónde vivan.
La organización ha determinado que el racismo estructural, la violencia y la marginación han obligado a los pueblos indígenas a huir de sus territorios para sobrevivir.
En muchos casos, la migración no es una decisión, es una acto de desesperación. Una herida que produce desarraigo y pérdida de identidad.
Sin embargo, los pueblos indígenas resisten cada día, trabajando juntos para construir comunidades transnacionales de apoyo y solidaridad, y enseñándonos que otro mundo, más humano y diverso, es posible.
En su viaje, reivindican su derecho a ser y a pertenecer. Luchar por una vida mejor Para ellos y sus familias. Para construir puentes y tejer historias colectivas a través de las fronteras.
Los niños, niñas y jóvenes indígenas lideran estos esfuerzos de creación, conexión y resistencia. Cada día desafían las narrativas hegemónicas que los representan como meras “víctimas” condenadas a perder su identidad para adaptarse y sobrevivir. Cada día crean y recrean una memoria viva, colectiva y reivindicativa, reivindicando su papel como actores políticos con autonomía y capacidad de acción.
Gracias a la inspiración y las contribuciones de cientos de niños, niñas y jóvenes indígenas migrantes, Voces Mesoamericanas inauguró en 2015 el Museo del Migrante (MuMi). El MuMi es un proyecto artístico itinerante basado en el artivismo, una práctica dinámica que combina el poder creativo de las artes para conectarnos, permitirnos expresarnos y conmovernos emocionalmente con la planeación estratégica del activismo para generar cambios sociales.
El MuMi tiene tres objetivos principales:
- Desafiar la visión elitista del arte como una “técnica” manejada por expertos que sólo se admira a la distancia, y entenderlo como un proceso social participativo, dinámico y continuo que promueve el bienestar de la comunidad.
- Fomentar el liderazgo de los niños y jóvenes, apoyándolos para que construyan nuevas formas de expresar de manera creativa y accesible sus sueños, esperanzas y temores. Recuérdeles que tienen el derecho y el poder de contar su propia historia.
- Promover conexiones y construir contranarrativas que contribuyan a una memoria colectiva en la que la migración sea vista como una oportunidad para enriquecer la vida, honrar la diversidad y multiplicar nuestros sentidos de pertenencia. De esta manera, se honra y fomenta el liderazgo de los niños y jóvenes migrantes para promover el bienestar de sus comunidades de origen y actuales.
El MuMi siempre está inacabado. Siempre en construcción. Un recuerdo vivo.
[image_caption caption=”Obras de arte en el Museo del Migrante. © GFC” float=””]
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Tiene una estructura básica, organizada en cuatro secciones:
Estamos aquí Se centra en las comunidades de origen de los migrantes, para crear conciencia sobre la situación de sus comunidades de origen y reflexionar sobre las causas de la migración.
Estamos en el camino Se centra en la migración en sí, para compartir los desafíos y la violencia a lo largo del viaje migratorio.
Estamos allí Se centra en las comunidades de destino, para reflexionar sobre las contribuciones de los migrantes y destacar los esfuerzos transnacionales para apoyar a los niños y jóvenes migrantes.
Estamos de vuelta Se centra en el retorno de los migrantes, para hacer visible la experiencia del retorno.
El MuMi contiene fotografías, videos, dibujos, textiles, canciones y obras de teatro. Estas creaciones de niños y jóvenes indígenas migrantes se guardan en una maleta y se llevan de comunidad en comunidad, donde se exhiben para generar diálogo, promover reflexiones colectivas e intergeneracionales y alentar a más personas a compartir sus propias experiencias.
[image_caption caption=”Jóvenes en el Museo del Migrante. © GFC” float=””]
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Después de presentar lo que ya se ha hecho en otros lugares, viene la parte creativa. Ahora los espectadores se convierten en artistas.
Entonces… ahora que has visto y sentido todo esto, dime, muéstrame:
¿Y tú? ¿Cómo te sientes? ¿Qué pasa en tu comunidad? ¿Por qué la gente se va? ¿Cuáles son tus sueños?
Es también un espacio interactivo donde todo se toca, se mueve, se cambia, se cuestiona. Todos somos artistas y participantes del MuMi. Todos tenemos una historia que contar.
Al final, las nuevas piezas se presentan y se incorporan al museo. Y, como parte de este proceso colaborativo, también se recogen propuestas de cambio social y político.
[image_caption caption=”Una exposición en el Museo del Migrante. © GFC” float=””]
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El MuMi se convierte entonces en un espacio de intercambio, reconocimiento y sanación donde los migrantes pueden compartir su dolor e identificar estrategias de cambio que contribuyan al bienestar de sus familias y comunidades. En palabras del equipo de Voces Mesoamericanas:
El MuMi son raíces, rostros, caminos que cuentan un poco de historia, acompañados de colores y bordados que caracterizan a los pueblos indígenas de esta región, y algunas estrategias interactivas que hemos construido para que las personas jueguen y reflexionen sobre las historias que han escuchado y compartan las suyas. El MuMi es un espacio de amor, un escenario que se nutre de las expresiones creativas y artísticas de niñas, niños y jóvenes migrantes para la reflexión crítica, la organización y la exigencia de derechos.
En sus seis años de existencia, MuMi ha caminado incansablemente: Tijuana, Brasil, Tapachula, Inglaterra, Ciudad de México. Las huellas de MuMi están en todas partes.
Con cada paso, el museo nos recuerda que los niños y los jóvenes ya están cambiando el mundo. Solo tenemos que escucharlos. Aprender de ellos. Crear con ellos. Y, juntos, reivindicar nuestro derecho a imaginar y construir un mundo más equitativo para todos.
Voces Mesoamericanas promueve las voces de las personas migrantes indígenas (especialmente niñas, niños, mujeres y jóvenes) para la defensa y ejercicio de sus derechos y para ayudarles a construir Lekil Kuxlejal (buen vivir) en las comunidades migrantes y transnacionales de Mesoamérica y Norteamérica. La organización es socia de GFC desde 2018.
Foto de cabecera: El Museo del Migrante muestra las expresiones artísticas de niños y jóvenes migrantes. © GFC