Después de escuchar historias desgarradoras de trata de niños en Mumbai, Aaboo Varghese inició Purnata para poner fin a esta práctica. Ahora, su motivación es ver vidas cambiadas para mejor.

Mucho antes de fundar su propia organización para prevenir la trata de personas en Mumbai, India, Aaboo Varghese sabía que quería apoyar a los jóvenes de su comunidad.

Comenzó una carrera de 26 años en trabajo social como profesor y consejero de estudiantes universitarios. Después de una década, Aaboo estaba ansioso por hacer más y comenzó a buscar oportunidades para marcar una mayor diferencia.

“Cuando empecé a trabajar con jóvenes, fue porque yo había cometido errores en mi juventud y quería ayudar a otros que hacían lo mismo. Entonces… llegó un momento en el que sentí que quería hacer algo más que eso, especialmente con los pobres y los marginados por la sociedad”.

Luego Aaboo se unió a una organización contra la trata de personas, donde comenzó a escuchar historia tras historia de mujeres y niños que, a temprana edad, fueron vendidos y abusados.

[image_caption caption =”Escena de la calle Sonapur. © Rahul Verma / Purnata”]

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“Una historia en particular fue la de una niña llamada Divya*, que tenía seis años cuando la trajeron a Mumbai. La vendieron a una familia donde trabajó como empleada doméstica durante unos tres años y luego, después de exportarla allí, la vendieron a la zona roja”.

Divya finalmente escapó cuando un cliente denunció el abuso que había sufrido a la policía local. Terminó en un refugio del gobierno, donde Aaboo la conoció por primera vez.

“Había muchas historias como esa”, dijo Aaboo. “Era desgarrador escucharlas cada vez, y sabía que había que hacer algo”.

Aunque valoraba su trabajo, se dio cuenta de que, a pesar de todo el tiempo y el esfuerzo que dedicaban el gobierno y las organizaciones locales, la tasa de trata de personas seguía aumentando cada año en la India. Quería hacer más.

“En algún momento, me di cuenta de que la mayoría de las personas solo se centran en el rescate y la rehabilitación en lugar de en la prevención. Creo que el tipo de prevención que yo quería hacer no estaba en la agenda”.

Esta constatación llevó a Aaboo a fundar Purnata Hace cinco años, junto con la organización, se propuso hacer de la prevención una prioridad, analizando el tráfico como el negocio que es y determinando las fuentes de oferta y demanda.

En la actualidad, Purnata tiene tres ejes de prevención: reducir la vulnerabilidad de las víctimas potenciales en las zonas de origen, aumentar los impedimentos a los traficantes a lo largo de las rutas de tránsito y reducir la demanda de trata en los destinos.

Además de la prevención, Purnata se centra en empoderar a las personas y las comunidades. En Mumbai, este socio de GFC gestiona un centro de acogida y una guardería donde las mujeres y los niños pueden sentirse seguros y participar en programas recreativos y educativos. Purnata también gestiona un centro de rehabilitación y trabaja con funcionarios locales para coordinar las operaciones de rescate.

[image_caption caption=”Una escena callejera de Sonapur. © Rahul Verma / Purnata” float=””]

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Un éxito que Aaboo aprecia mucho es el rescate de una niña, Sharmila*, después de que ella y su madre fueran separadas y vendidas ilegalmente. Purnata se enteró de la difícil situación de Sharmila a través de su madre y trabajó durante años con varias fuerzas policiales locales para encontrarla. Después de seguir pistas por toda la India, finalmente pudieron localizar a Sharmila y rescatarla.

Historias como esta siguen motivando a Aaboo a esforzarse, junto con Purnata, para acabar con la trata de personas y hacer del mundo que lo rodea un lugar mejor.

“Siempre he creído que no puedo resolver todos los problemas del mundo, pero creo que puedo marcar una diferencia donde estoy… y todo eso se sumará a lo que hagan los demás para generar un cambio”.

Purnata es parte de una iniciativa de cinco años de GFC, La lucha contra la trata de niños en la India, que apoya una red de organizaciones de base que luchan contra la trata de niños y el trabajo peligroso en sus comunidades de origen.

*Los nombres han sido cambiados