Educación, justicia de género, poder juvenil

Ayuda humanitaria que empodera a las comunidades


Por Daniela Martínez

Nota del editor: Esta publicación también está disponible en Español

En Jalapa, Guatemala, un socio de GFC está utilizando asistencia humanitaria para abordar los efectos de la pandemia respetando la dignidad de las comunidades.

¿Cuál es la situación sobre el terreno?

Coincidir, un socio en GFC Empoderando a las adolescentes La iniciativa, que se viene desarrollando desde 2018, trabaja en dos zonas diferentes de Guatemala: en el departamento occidental de Chimaltenango y en el oriental de Jalapa. La situación en Jalapa antes de la pandemia de COVID-19 ya era bastante difícil. Ubicada en el Corredor Seco, una región de la Costa del Pacífico de Centroamérica que se extiende desde el sur de México hasta Panamá y propensa a sequías severas, Jalapa se ve altamente afectada por este fenómeno climático. Años de poca o ninguna lluvia han provocado la pérdida de cultivos básicos y, a su vez, severos índices de desnutrición en las comunidades de Jalapa.

Cuando se desató la pandemia de COVID-19, las medidas de contención implementadas por el gobierno para frenar la propagación del coronavirus afectaron más duramente a estas comunidades de Jalapa, ya que la mayoría de las personas son jornaleros y dependen de sus ingresos diarios para mantener a sus familias alimentadas. Saúl Interiano, director ejecutivo de Coincidir, compartió que la prohibición del transporte público provocó que 85% de las adolescentes y mujeres jóvenes de Jalapa que participan en los programas de Coincidir perdieran sus trabajos. La ONG con sede en Estados Unidos Acción contra el hambre ha determinado que, a fines de mayo de 2020, el número de casos de desnutrición aguda en todo el país (15.000) había superado el número total de casos notificados durante todo el año 2019.

¿Cómo ha respondido la organización a las necesidades de las comunidades?

[image_caption caption=”Miembros del equipo de Coincidir se preparan para ingresar a una comunidad a entregar suministros de higiene y alimentos. © Coincidir” float=”alignright”]

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Según Eyda y María José, dos integrantes del equipo de Coincidir que trabajan en Jalapa, la suya es la única organización a la que se le ha permitido ingresar a las comunidades para distribuir mascarillas, gel antibacterial, jabón y productos alimenticios básicos como arroz, frijoles, maíz y leche a las familias de los niños y jóvenes que participan en sus programas. Este acceso se debe en gran parte a 20 niñas líderes de diez comunidades que, con el apoyo de Coincidir, formaron una unidad de coordinación conocida como La Coordinadora. Eyda, de 20 años, quien formó parte de La Coordinadora antes de ser contratada por Coincidir, compartió que “las niñas de La Coordinadora han sido fundamentales en este proceso. Han puesto en práctica sus habilidades de liderazgo y organización al acercarse a los líderes locales y guiar al personal de Coincidir a través de las comunidades para distribuir la ayuda”.

Estas niñas, que conocen de primera mano las necesidades y los desafíos que enfrentan sus comunidades, están adaptando una metodología participativa que busca respetar la dignidad de las familias: cuando visitan a las familias, les presentan los productos que tienen y les piden que prioricen lo que realmente necesitan. Luego les preguntan a las familias, sin importar cuán humilde sea su condición, si tienen algo que puedan donar a otras familias. Por lo general, las familias donan algo de sus huertos familiares. Esto ayuda a respetar su dignidad humana y conduce a una cultura de solidaridad en la comunidad.

[image_caption caption=”Eyda, ex participante de La Coordinadora y ahora miembro del personal de Coincidir, descarga, transporta y entrega suministros en las comunidades de la zona. Muchas de las comunidades a las que sirve Coincidir están ubicadas en áreas remotas y de difícil acceso y solo se puede acceder a ellas a pie. © Coincidir” float=””]

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Según Saul, su objetivo es brindar asistencia humanitaria con un enfoque de derechos humanos, desmantelando los desequilibrios de poder. “Queremos que las familias se vean a sí mismas y a los miembros de Coincidir como iguales”, afirma.

[image_caption caption=”Una niña completa un cuaderno de ejercicios entregado por Coincidir. © Coincidir” float=”alignleft”]

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A medida que la situación ha ido evolucionando, las necesidades de las comunidades se han diversificado. Coincidir comenzó a proporcionar toallas sanitarias a las niñas y jóvenes, que escasearon a medida que las comunidades se fueron aislando más debido a las medidas de confinamiento. Mientras las escuelas permanecen cerradas, las niñas también están creando materiales de capacitación sobre los temas que suelen cubrir en sus actividades, incluidos los derechos y la salud sexual y reproductiva, la autoestima y la prevención de la violencia. Estos se entregan junto con los suministros básicos de higiene y alimentos, ya que el personal de Coincidir ha determinado que las guías educativas enviadas por el Ministerio de Educación en lugar de la escolarización presencial son deficientes. Coincidir también comenzó a desarrollar y distribuir materiales lúdicos para adultos, como libros para colorear, mandalas, crayones y bordados, para contrarrestar el estrés provocado por el confinamiento.

[image_caption caption=”Probando las nuevas mascarillas con el logo #LibresyPoderosas impreso en ellas. © Coincidir” float=”alignright”]

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Las líderes también tuvieron la idea de generar oportunidades de empleo creando mascarillas Coincidir. Prepararon frases para incluir en las mascarillas –una es #LibresYPoderosas, el hashtag de la iniciativa Empoderamiento de Niñas Adolescentes creado durante la primera convocatoria de socios– que luego fueron impresas en tela. Entregaron la tela a las familias, quienes recibieron un pago por cada mascarilla que completaron.

Coincidir es una de las pocas organizaciones que va puerta por puerta, brindando ayuda y asesoría a las familias. Hasta el momento, han visitado a 250 familias en comunidades de Jalapa. Según Saúl, las familias se han sentido profundamente conmovidas por esta expresión de solidaridad. “No se imaginan lo significativo que ha sido para la gente ir puerta por puerta, preguntar a la gente cómo están”, comparte.

¿Cuales son los próximos pasos?

Si bien Coincidir ha cancelado todas las actividades presenciales habituales y la mayoría del personal está trabajando desde casa, la decisión del personal de visitar a las familias puerta a puerta a pesar del confinamiento nacional surge de su profundo sentido de compromiso con estas comunidades. Están tomando las precauciones adecuadas, como proporcionar a su equipo equipo de protección y limitar el número de miembros del equipo que salen a la vez, para tratar de prevenir la propagación del virus, sin abandonar a las familias de los niños y jóvenes que participan en sus programas.

Según María José, Coincidir ya empieza a pensar en lo que viene. Coincidir cuenta con un amplio terreno en el municipio de San Luis Jilotepeque, Jalapa, donde ha construido un centro de capacitación para niñas y mujeres jóvenes y tiene previsto destinar parte del terreno al cultivo de maíz y frijol y contribuir así a la seguridad alimentaria de las familias de la zona.

Para visitar la página de Facebook de Coincidir, haga clic aquí.

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