Este blog fue escrito por Flor Campos Rivas, participante en el Fondo Spark. También está disponible en inglés en la página web de GFC y en Girls’ Globe.
Flor, de 20 años, comparte su experiencia diseñando el Fondo Spark en las Américas con otr@s líderes juveniles en la región.
¡Hola! Mi nombre es Flor, tengo 20 años, y soy originaria de Piura, Perú. Actualmente estoy estudiando la carrera de Derecho en la Universidad Privada Antenor Orrego. Siempre he sido fanática de las actividades de voluntariado y activismo juvenil, pues considero que son oportunidades propicias para dejar una huella positiva en la sociedad que nos rodea. Además, te permiten conectar con otros jóvenes que están en la misma lucha, por construir sus sueños en un mundo mejor.
A inicios del año 2022, descubrí una oportunidad maravillosa, que cambió mi perspectiva en torno al trabajo de las organizaciones y activistas juveniles en la región. Estoy hablando del Fondo Spark de las Américas, una iniciativa desarrollada por el Fondo Global para la Niñez (GFC por sus siglas en inglés) y la Fundación Avast que busca a través de un proceso colaborativo brindar fondos flexibles y acompañamiento a grupos juveniles que contribuyen a la mejora de sus comunidades en Colombia, México y Perú.
Debo confesar que, más de una vez pensé que no me elegirían para el panel juvenil que seleccionaría los nuevos grupos socios del Fondo Spark en la región, debido a la gran competencia entre los postulantes de los países. Cuando llegó el correo de mi entrevista me emocioné mucho, pues pensé lo increíble que sería representar a mi país dentro del panel, y la experiencia de compartir con chic@s de otros países en una oportunidad que tendría impacto en muchas organizaciones seleccionadas, y en l@s líderes en sí mismos.
Dentro del panel, pude conocer a l@s otr@s panelistas seleccionad@s que, siendo representantes de sus países, venían realizando distintas labores de activismo juvenil.
Era fascinante ver como personas tan jóvenes habían logrado grandes cosas para sus comunidades, con escasos recursos y con un solo deseo en el corazón: luchar desde la resistencia para lograr un cambio social.
Para alcanzar este objetivo, era necesario comprometernos en la toma de decisiones. Todo debía realizarse de forma minuciosa y responsable, en especial, en la fase de votaciones para seleccionar a los nuevos grupos socios del Fondo Spark.
Creo que esta fue de mis partes favoritas: el poder conocer el trabajo de otras organizaciones dentro de estos países, y el impacto de estas. No solo para mí, sino también para mis compañer@s, fue una mezcla de emociones encontradas, donde la alegría, y las lágrimas estuvieron presentes. Fueron decisiones muy difíciles de tomar. Por otro lado, cuando debían decidirse a los últimos finalistas, siempre podré rescatar la capacidad de poder llegar a consenso entre mis compañer@s, su empatía, y liderazgo para defender a las organizaciones, hasta el final. Había momentos donde llegabas a identificarte con l@s líderes de las organizaciones, pues nosotr@s conocíamos perfectamente los obstáculos que se presentaban cuando estás en medio de la lucha.
Finalmente, se obtuvieron a las organizaciones beneficiadas, y fue una alegría enorme saber que estamos contribuyendo con ellas, y con la población involucrada. También hubo tristeza por aquellas que no pudieron quedar seleccionadas, sin embargo, estamos segur@s que, en el futuro, gracias al trabajo tan bonito que vienen realizando, se les abrirán muchas puertas.
No quiero pasar la oportunidad de saludarles, amig@s panelistas: Fat, Enrique, Sofía, Fer, Bicky, Kevin, Nohora, Carlos, Sofía, Angy, gracias por todo lo que pude aprender de cada un@ dentro del panel, y por darme seguridad y confianza para expresarme y sentirme libre junto a ustedes.
Y así se vivió la experiencia en el Fondo Spark. Más que un proceso para dar financiamiento, era la ventana para darles la mano a muchas organizaciones juveniles, para que continuarán dando batalla al hambre, la crisis ambiental, la violencia, entre otras, en sus comunidades. Fue también la oportunidad de conocer y visibilizar miles de problemáticas, y cómo el liderazgo juvenil estaba dispuesto a hacerles frente. Gracias por permitirnos ser parte.
El Fondo Spark invierte en grupos dirigidos y centrados en jóvenes que abordan la injusticia y la desigualdad, impulsan un cambio transformador y construyen un mundo pospandémico más inclusivo aprovechando el poder de las tecnologías digitales.
Primera foto: Niñxs sosteniendo marcos decorados en un taller de arte facilitado por el Centro Cultural Popular Víctor Jara, uno de los socios del Fondo Spark, en Usme, Bogotá. © Centro Cultural Popular Víctor Jara
