Este blog fue escrito por Jóvenes por el Cambio, Alianza por la Integración Comuntaria Utopía A.C. y el Director de Programas de GFC Rodrigo Barraza. También está disponible en inglés.
En febrero del 2021, la organización mexicana Alianza por la Integración Comunitaria Utopía A.C. viajó a Guatemala para visitar a su par Jóvenes por el Cambio e intercambiar aprendizajes, retos y experiencias en torno a la promoción del deporte como herramienta de construcción de paz. El Director de Programas de GFC Rodrigo Barraza acompañó a ambas organizaciones e impartió talleres participativos para fortalecer sus esfuerzos de promoción de liderazgos juveniles.
Estas son sus reflexiones colectivas:
Todo comenzó con una pregunta, simple pero poderosa, de Global Fund for Children: ¿les gustaría conocerse?
Lo que siguió después, es casi imposible de creer.
Desde Ciudad de México, y desde Guatemala, dimos la misma respuesta. Una única respuesta que a todxs nos cambió la vida: ¡SI, POR FAVOR!
El equipo de GFC sabía que ambas organizaciones promovíamos el deporte como una herramienta para construir paz, empoderar a las juventudes y combatir la violencia de género. Esa fue la chispa que inició la llama.
De inmediato, nos escuchamos, nos vimos, nos reconocimos. Nos dimos cuenta que compartíamos la misma pasión, que habíamos empezado con muy poco y que habíamos crecido gracias al enorme compromiso de las comunidades que apoyamos y a nuestras ganas de creer y caminar con ellxs.
Para Jóvenes por el Cambio, era la oportunidad de aprender prácticas y políticas institucionales y de comunicación que nos ayudarán a realizar mejor nuestro trabajo.
Para Alianza por la Integración Comunitaria Utopía A.C (APIC Utopía), era la oportunidad de fortalecer nuestras estrategias comunitarias y conocer nuevas experiencias de empoderamiento juvenil.
Para ambas organizaciones, era una ocasión inmejorable para tomar riesgos, desafiar los límites y las narrativas que nos llevan a competir y a aislarnos y cruzar fronteras para (con sana distancia) abrazarnos y compartir sueños y energía.
Y crear algo juntxs.
Desde Ciudad de México, cuatro de nosotrxs volamos a Tapachula, Chiapas. Llegamos a la frontera. Decidimos cruzar por tierra para conocer de cerca la experiencia de miles de jóvenes guatemaltecos que arriesgan diariamente sus vidas para huir de la pobreza y falta de oportunidades.
En APIC Utopía, nos dimos cuenta que somos más parecidos de lo que pensábamos. El verde de los caminos, las risas, las dificultades, las ganas de salir adelante. Muy pronto, nos sentimos como en casa.
Mientras tanto, nuestros hermanos y hermanas de Jóvenes por el Cambio esperaban recibirnos con algo de ansiedad y nerviosismo. Agradecidos por nuestro esfuerzo y largo recorrido, nos premiaron preparando una agenda llena de aprendizajes y cariño.
El primer día, conocimos las oficinas de Jóvenes por el Cambio. Pequeñas, sí, pero llenas de esperanza. Con murales, dibujos y frases hechas por lxs mismos jóvenes, que ya sentían que este era su espacio.
Ambas organizaciones compartimos nuestras historias, e identificamos los principales retos y oportunidades. Compartimos estrategias de afrontamiento y entendimos que siempre necesitamos a los demás para practicar la resiliencia.
Aprendimos que el diálogo y la introspección son siempre grandes maestros que te permiten conocerte e identificar nuevos caminos. Son, y serán siempre, un faro en la oscuridad.
Visitamos también el proyecto comunitario de Jóvenes por el Cambio. La pandemia había obligado al equipo a trabajar al aire libre, pero también los había impulsado a sumar más niñxs y jóvenes, y generar proyectos sustentables, como la construcción de huertos comunitarios y el desarrollo de prácticas agroecológicas para respetar y honrar a la naturaleza.
Hablamos sobre la importancia de jugar, de comunicarnos con niñxs y jóvenes de manera creativa, escuchándoles y reconociéndolos como sujetxs políticos y como nuestrxs guías y maestrxs. Recordamos que estamos aquí por ellxs.
Aunque estábamos muy cansados, no perdimos la oportunidad de hacer deporte. Así que nos pusimos los guantes de boxeo y, después de recibir una pequeña capacitación, lanzamos unos cuantos golpes para sacar el estrés.
Hablamos sobre el hecho de que el box, y el deporte en general, fomentan valores y permiten a muchxs jóvenes el descubrir capacidades, enfrentar adversidades y sentirse poderosxs.
Recordamos las palabras de Nelson Mandela: “El deporte tiene el poder de transformar el mundo. Tiene el poder de inspirar, de unir a la gente como pocas otras cosas… Tiene más capacidad que los gobiernos para derribar las barreras sociales”.
El siguiente día, compartimos estrategias y metodologías de trabajo, y hablamos sobre el contexto guatemalteco. Aún existen índices de violencia de género sumamente altos que impiden a las mujeres y niñas tener vidas dignas y felices.
Al mismo tiempo, comenzamos a identificar posibilidades de colaboración y reconocimos la necesidad de reforzar nuestras estrategias de incidencia orientadas al cambio social.
Hablamos sobre nuestra creencia de que la práctica deportiva es una expresión política porque ayuda a empoderar a los jóvenes, promover el compromiso comunitario y fomentar el cambio social.
Pero no todo fue trabajo. Reconociendo la importancia del bienestar y auto-cuidado también aprovechamos para disfrutar los manjares guatemaltecos, nos contamos historias de fantasmas y hasta hicimos un poco de karaoke en la camioneta que nos transportaba. Visitamos el lago de Atitlán y pasamos tiempo con personas de las comunidades.
Antes de partir, conocimos el maravilloso trabajo de organizaciones en Liberia y Sierra Leona que promueven todos los días el liderazgo de niñas y jóvenes. Leímos la carta que le dedicaron a todas las niñas del mundo y decidimos responderles.
Era nuestra manera de decirles: estamos con ustedes y, aún sin viajar, seguimos cruzando fronteras para abrazarles. No están solxs. Ahora tienen nuevxs amigxs y nuevxs aliadxs.
Juntxs, les dijimos:
Nosotros los soñadores y soñadoras, queremos luchar junto con ustedes para crear un mundo mejor, donde podamos vivir en paz, con mucha alegría y protegiéndonos de todo aquello que pudiera hacernos daño.
Les invitamos a luchar día a día como si fuera el último, a no detenerse, a nunca perder la esperanza, a hacer realidad cada uno de us sueños, a tropezar con la seguridad de que se levantarán cada vez más fuerte.
Estudien mucho, exploren, aprendan cosas nuevas todos los días, este mundo les necesita y nunca, nunca se sientan solxs. Esperamos también poder contar con ustedes, un abrazo y muchas cosquillas.
Fue muy triste decir adiós. ¿Cómo le dices adiós a tu familia? ¿Cómo decir adiós cuando has dejado una parte de tu corazón?
Lo único que pudimos hacer fue abrazarnos, y prometernos que esto no sería solo una actividad más que olvidaríamos en unos cuantos meses.
No. Prometimos mantener vivo el fuego y construir la esperanza. Prometimos no dejarnos solxs. Sostenernos siempre. No dejarnos caer.
Dónde había fronteras, solo quedan abrazos.
Procedentes de San Marcos, uno de los Departamentos más pobres de Guatemala, Jóvenes por el Cambio utiliza el deporte como una plataforma para estimular la participación comunitaria y la organización juvenil, especialmente de niñas y mujeres. A través del boxeo, el arte y la reflexión colectiva, Jóvenes por el Cambio busca abordar la violencia de género y promover una migración digna y con derechos.
Alianza para la Integración Comunitaria Utopía A.C. promueve una infancia saludable para niñas, niños y jóvenes en el Estado de México y sus alrededores a través de actividades académicas, deportivas y extracurriculares que mejoran el desempeño educativo, el bienestar y las oportunidades de éxito de las y los participantes.
¡Conócelos y Apóyalos!
Primera foto: APIC Utopía y Jóvenes por el Cambio facilitando actividades de fortalecimiento comunitario con niñxs en la Aldea Champollap, San Pedro Sacatepéquez, Guatemala. © Global Fund for Children
