Educación
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La importancia de la financiación flexible en la lucha contra la desigualdad
En Colombia, un país marcado por una larga historia de conflicto, violencia y desigualdades económicas y sociales, una organización comunitaria ha invertido fondos flexibles de GFC en la educación política de niñas para que puedan contribuir positivamente a sus comunidades y a las generaciones futuras.
Fondo Mundial para la Infancia Iniciativa de la Asociación para Educar a Todos los Niños (PEAK), apoyado por La Fundación LEGO, conecta organizaciones locales de todo el mundo que están ayudando a los niños que han experimentado interrupciones educativas relacionadas con la pandemia a acceder y prosperar en entornos de aprendizaje que los preparan para el éxito futuro.
Las devastadoras consecuencias que se vieron en Colombia después de la pandemia de COVID-19 fueron similares a las que experimentaron muchos otros países, especialmente en el Sur Global. Colombia enfrentó desafíos económicos, sociales y políticos sin precedentes, con la Primera recesión en dos décadas y altas tasas de desigualdad de ingresos, en particular entre las divisiones geográficas y étnicas. Los colombianos salieron a las calles en protesta, con muchas manifestaciones en respuesta a la crisis social que atravesaba el país.
Además de este contexto desafiante, Colombia enfrenta ahora una crisis de aprendizaje de largo plazo. En 2022, los problemas económicos acuciantes llevaron a altas tasas de repetición de grado y deserción escolar, con 2,6 millones de niños sin escolarizar, y altos niveles de importancia Pobreza de aprendizajeLas comunidades marginadas y vulnerables son las más afectadas y enfrentan Menor calidad docente y menor acceso a recursos, insumos y prácticas pedagógicas innovadoras, además de un aumento en reclutamiento de niños por grupos armados ilegales. Estos complejos desafíos crean numerosas barreras para los niños y los jóvenes, y las organizaciones comunitarias a menudo desempeñan un papel importante a la hora de proporcionar acceso a una educación de calidad y a los derechos básicos, y de ayudar a estos niños a alcanzar su máximo potencial.
Sin embargo, las organizaciones comunitarias en Colombia también se están recuperando de los efectos de la pandemia de COVID-19. Para muchas organizaciones, la pandemia trajo consigo una desesperación extrema, porque además del miedo constante y los impactos negativos relacionados con la pandemia, la falta de recursos financieros afectó a las organizaciones que intentaron mantener sus actividades y persistir en su trabajo humanitario.
Para Fundación Niñas de Luz, también conocido como Funiluz, no fue diferente.
“Estábamos en un momento en que yo como directora de la fundación había decidido cerrar”, explicó Luz Dary Bonilla Salcedo, directora general de Funiluz. “Tuvimos una reunión con las niñas y sus familias donde les dijimos que no íbamos a continuar con nuestras actividades porque no teníamos los recursos económicos para hacer lo que realmente necesitábamos hacer”.
Funiluz trabaja con niñas de entre 5 y 17 años que se encuentran en situación de vulnerabilidad por pobreza, desplazamiento o, en algunos casos, abuso sexual. A través de programas de educación lúdica, Funiluz busca brindarles herramientas para construir sus proyectos de vida y convertirse en líderes que aporten de manera positiva a sus comunidades y a las generaciones futuras. La participación de Funiluz en la iniciativa PEAK fue fundamental para que la organización pudiera continuar con sus actividades tras la pandemia.
“Las niñas decidieron que querían tener una escuela de educación política donde pudieran aprender por qué luchaban realmente los adultos o por qué se producían esas manifestaciones. Entonces decidieron que querían una escuela donde pudieran aprender sobre política de una manera divertida”, dijo Luz. “Y fue entonces cuando recibimos los fondos flexibles y comenzamos a crear nuestra escuela utilizando títeres para ayudar a enseñar a las niñas”.
En 2023, Funiluz fue uno de los tres finalistas del premio nacional Colombia Participa del Ministerio del Interior, reconociendo el trabajo de la organización para enseñar a las niñas sobre democracia y política de una manera divertida.
Los fondos flexibles proporcionados por GFC no sólo permitieron que Funiluz siguiera existiendo, sino que también garantizaron que las necesidades y los deseos de las niñas siguieran siendo el centro de su programación. La otra parte de la subvención principal de GFC se utilizó para crear una escuela de educación menstrual, también solicitada por las niñas.
La autonomía de Funiluz en la gestión e inversión de sus fondos, posibilitada por el enfoque de filantropía basado en la confianza de GFC, le da a la organización el poder de abordar sus necesidades institucionales y las necesidades de la comunidad, que incluyen el fortalecimiento del compromiso y el liderazgo de la comunidad en la lucha por sus derechos y la erradicación de las desigualdades.
“Las pequeñas organizaciones necesitan crecer, necesitan aprender, necesitan que se invierta en ellas. Los fondos flexibles permiten construir toda esta comunidad y posibilitan toda esta sinergia que tendrá un resultado importante en el futuro”, afirmó Luz.
En contextos de extrema vulnerabilidad, donde las personas a menudo experimentan estigma y prejuicios, este voto de confianza va más allá de los recursos financieros y el desarrollo de capacidades: reconoce la confianza que estas personas tienen en sí mismas y valida el impacto positivo que están creando.
GFC colabora con sus socios de base de todo el mundo para promover una financiación más flexible y asociaciones basadas en la confianza en la filantropía. Para obtener más información sobre nuestro trabajo de influencia, consulte nuestro nuevo recurso La confianza en acción: el puente entre los donantes y las bases.
Foto de encabezado: Conferencia Shift The Power 2023. © GFC