GFC Regional Capacity Development Specialist Amé Atsu David.

Justicia de género, seguridad y bienestar

De México a Liberia: construyendo puentes para la justicia de género


Por Rodrigo Barraza García

Nota del editor: este blog también está disponible en Español.

Rodrigo Barraza, de GFC, viajó desde México a Liberia para compartir experiencias en apoyo al empoderamiento de las niñas en América Latina. Descubre lo que aprendió en su viaje.

La campaña por la justicia de género es un compromiso global. Si bien debe tener en cuenta contextos culturales específicos y partir de una base comunitaria sólida, nos involucra a todos.

Todos tenemos la enorme responsabilidad de crear nuevos espacios de justicia, cuestionando y desmontando privilegios, y abriendo canales de diálogo que nos permitan construir relaciones libres de violencia y discriminación.

En el Fondo Mundial para la Infancia, la lucha por la justicia de género es un compromiso diario. Es el impulso constante para construir un mundo en el que los jóvenes de todos los géneros se sientan seguros y valorados y tengan las mismas oportunidades de construir una vida plena sin importar dónde vivan.

Desde 1997, hemos trabajado con organizaciones de base y líderes locales para impulsar el cambio social a través de programas basados en las necesidades y contextos únicos de sus comunidades. Nuestro trabajo de promoción de la justicia de género abarca más de dos décadas e incluye iniciativas diseñadas para Cambiar las actitudes de género en América Latina, Lucha contra la trata de personas en la India, y Promover masculinidades saludables en Inglaterra.

En 2020, pusimos en marcha una iniciativa regional en África occidental, en colaboración con ocho organizaciones de base ubicadas en zonas rurales de Liberia y Sierra Leona. Estas organizaciones, lideradas por mujeres y jóvenes, están haciendo frente a la violencia contra las niñas en sus comunidades y, al mismo tiempo, empoderando a las niñas para que ejerzan su autonomía y capacidad de decisión sobre sus cuerpos y sus vidas.

[image_caption caption=”El director del programa, Rodrigo Barraza, posa para una foto con los participantes de la reunión durante la segunda reunión regional de la iniciativa para poner fin a la violencia contra las niñas en África occidental. © Fondo Mundial para la Infancia” float=””]

Program Manager Rodrigo Barraza poses for a photo with participants of the second regional convening.

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Como cualquier iniciativa poderosa de cambio social, ésta comenzó con preguntas:

¿Cómo conectamos a ocho organizaciones que operan en diferentes contextos y con diferentes agendas y estrategias para trabajar juntas de manera coordinada por la justicia de género? ¿Cómo trascendemos las acciones locales específicas para crear movimientos efectivos de cambio social?

La búsqueda de respuestas a estas preguntas nos obligó a mirar hacia nuestro interior y descubrimos que la mejor manera de responder era generar nuevas preguntas. Ésta es la magia de las preguntas: siempre nos ayudan a avanzar.

¿Y si empezamos por nosotros mismos? ¿Y si promovemos colaboraciones más amplias entre equipos que nos permitan entender la violencia de género como un problema global y que, al mismo tiempo, nos permitan compartir conocimientos, promover el aprendizaje colaborativo, impulsar la incidencia política y abordar las causas profundas?

Aquí es donde comienza la aventura.

Después de más de tres años en GFC promoviendo la justicia de género y la construcción de masculinidades saludables en México, Guatemala y Honduras, recibí una invitación del equipo de África de GFC para compartir metodologías y lecciones aprendidas en la segunda reunión regional de la GFC. Iniciativa para poner fin a la violencia contra las niñas en África Occidental. El encuentro de diciembre de 2020 tuvo como principales objetivos reflexionar sobre los procesos de construcción y reproducción de estereotipos de género y fortalecer los liderazgos juveniles al interior de las organizaciones.

La invitación fue el resultado de un profundo proceso de reflexión interna en el que como equipo identificamos numerosas similitudes entre nuestras iniciativas regionales y entre los esfuerzos que nuestros socios llevan a cabo en diferentes partes del mundo. Era el momento de tomar riesgos y apostar por diálogos interculturales más profundos. Después de todo, somos Global Fondo para la Infancia: no es una suma de esfuerzos desconectados, sino una red de colaboración y apoyo mutuo.

Mi primera reacción fue una mezcla de emoción y nerviosismo. Era mi primer viaje a África Occidental y sabía muy poco sobre una región tan diversa y compleja.

[image_caption caption=”Los participantes de la convocatoria juntaron sus manos. © Fondo Mundial para la Infancia” float=””]

Meeting participants put their hands in a circle.

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Pronto nos enfrentamos al primer desafío: cómo viajar de México a Liberia durante la pandemia de COVID-19. ¿Sería posible?

Fueron las palabras de mi maravillosa colega. Amè Atsu David, especialista en cuestiones de género radicada en Liberia y coordinadora de nuestra iniciativa para poner fin a la violencia contra las niñas en África occidental, me devolvió la fuerza y la esperanza. “Si hay voluntad”, dijo, “todo es posible”.

Después de cientos de llamadas a aerolíneas, embajadas y aeropuertos, y tres pruebas de COVID-19, tres vuelos y 35 horas después, se logró el primer objetivo: estaba en Liberia.

Era la primera vez que Amé y yo nos conocíamos en persona, aunque ya habíamos compartido muchas horas de diálogo y planificación vía Zoom.

¡Estaba tan emocionada! Todo me parecía nuevo y tenía muchas preguntas sobre Liberia, sobre el trabajo de nuestros socios y sobre la comida. Amé fue muy paciente y generosa. Gracias a sus respuestas y a nuestros paseos diarios, este nuevo mundo de repente empezó a parecerme familiar. Ya no me sentía como una extraña.

El proceso de planificación del encuentro fue divertido y productivo. Amé y yo creemos que el género no es una formación, sino una experiencia vivida, por lo que desarrollamos metodologías participativas –basadas en juegos y actividades– que promovieran una reflexión profunda y se tradujera en acción.

¡Por fin llegó el día! Era hora de conocer a los socios y comenzar nuestra reunión de cuatro días. Los nervios y las preguntas volvieron. ¿Y si no me aceptan? ¿Y si no nos entendemos? ¿Y si realmente no tengo nada que hacer aquí y mi experiencia no sirve para nada?

[image_caption caption=”Una de las actividades durante la reunión consistió en trazar las manos de los participantes. © Fondo Mundial para la Infancia” float=””]

A meeting participants places their hand on drawings of other hands.

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Nuestros socios me dieron la respuesta.

Con su energía, su buen humor, sus risas, sus canciones, su baile, su creatividad y sus dibujos me demostraron que no tenía por qué preocuparme.

Nos miramos, nos reconocimos y aprendimos a escucharnos. Compartimos nuestras múltiples experiencias y luego identificamos los aprendizajes que podíamos aportar a nuestros contextos y luchas específicas, y aquellos que no.

Lo más importante es que nos dimos cuenta de que algo muy profundo, que trasciende fronteras, idiomas y culturas, nos une a todos: nuestro sueño compartido de construir un mundo mejor para las niñas y las mujeres jóvenes.

Ese vínculo que ahora nos une es imposible de romper.

Al final de la reunión, escribimos una carta a las niñas de África, América Latina y todo el mundo:

[image_caption caption=”Participantes de la convocatoria escribiendo una carta a las niñas. © Fondo Mundial para la Infancia” float=””]

Participants in the meeting writing a letter to girls.

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Eres fuerte, eres valiente, eres especial, eres única y eres hermosa. No te rindas. Sigue luchando porque tu familia te necesita, tu país te necesita y el mundo te necesita.

Y recuerda, no estás solo en esta lucha. Creemos en tu visión y tenemos fe en tus sueños.

En GFC, seguiremos construyendo puentes de colaboración entre socios y dentro de nuestro equipo. Al apoyarnos, escucharnos y trabajar juntos, aprendemos a apoyar, escuchar y trabajar mejor con y para los niños y jóvenes en todas las regiones.

Ahora sabemos que tampoco estamos solos. Somos un solo corazón y una sola voz, desde México hasta Liberia y Estados Unidos, y a cualquier otro lugar, con personas comprometidas que luchan por la esperanza, la justicia y la dignidad.

La iniciativa para poner fin a la violencia contra las niñas en África occidental, centrada en las zonas rurales de Sierra Leona y Liberia, tiene por objeto abordar las causas profundas de la violencia contra las niñas empoderando a las adolescentes para que puedan hacer valer sus derechos. Esta iniciativa es una alianza entre la Fundación NoVo, Lotería Popular de Códigos Postalesy la crisis financiera mundial.

Foto de encabezado: Amé Atsu David, especialista en desarrollo de capacidades regionales del Fondo Mundial para la Infancia, liderando una actividad durante la segunda reunión regional de la iniciativa para poner fin a la violencia contra las niñas en África occidental. © Fondo Mundial para la Infancia

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